En el 2020 renuncié a mi trabajo en Perú. Un trabajo que soñé y busqué por muchos años y por el que trabajé super duro. Lo dejé a pesar de representar una estabilidad económica tremenda, pues mi salud mental estaba en juego. No me sentía bien con el ambiente que me rodeaba y recuerdo que en ese momento pensaba que eran ciertas personas las que me estaban afectando emocionalmente. Ellas tenían la culpa.
Ahora vengamos al presente, 2024. Estoy trabajando en la misma industria y casi en el mismo puesto que dejé en el 2020. Y que crees? Me estaba empezando a sentir en la misma situación de estrés que viví 4 años atrás. Entonces… qué pasa? Es la industria? Es el puesto? Son las personas que me rodean nuevamente? O… será que soy yo?

Hay una frase que yo me he repetido como loro acerca de mi acercamiento al trabajo: No me lo tomo personal. Incluso en conversaciones con personas de mi equipo siempre decía: todo lo que pasa en el trabajo no es personal, aquí nosotros representamos el rol del nuestros puestos, etc. Pero la verdad es que yo no había logrado no tomarme personalmente las situaciones. No al 100%.
Y creo que no es algo fácil. Tampoco me quiero dar con el látigo diciendo “Ay Eli cómo es que no puedes separar las cosas!”. El hecho es que a pesar de que racionalmente sé que debe ser así no había logrado esa separación. Y creo que lograrlo va a ser un proceso que va a tomar un tiempo y tengo que tener paciencia.
Cómo me di cuenta de que me estaba tomando personal las cosas en el trabajo? Fueron varios red flags para mi:
Empecé a sentir culpa por cometer errores en el trabajo.
Sentía la necesidad de complacer las necesidades de otros de manera inmediata, incluso fuera del horario de trabajo.
Seguía conectada a los temas de trabajo varias horas después de acabar el horario laboral pues lo tenía rondando en mi cabeza, soñando o hablando de ello.
Se que el trabajo es un parte muy importante de nuestras vidas, de nuestro día a día. Se lleva la mayor cantidad de horas y cuando es estresante puede abarcar nuesro día completo. Piensa que sucediera lo mismo con una relación: Imagínate que estas con alguien y que disfrutas mucho su compañía. Empiezas a pasar 4 horas al día con esa persona, luego pasan a ser 6 y luego 8. Luego de unos meses empiezas a notar los defectos de la persona, empiezas a tener discusiones. Te quedas molesta y sigues enojada luego de las 8 horas de pasarla juntos. Así que ahora mas horas del día estas “dedicada” a esa relación. A veces incluso los fines de semana. Todo lo demás en tu vida pasa a segundo plano. No tienes tiempo ni energía para nada más…
Hace unos días escuché a una persona explicar esto desde el punto de vista energético y fue un AHA! moment. El mensaje era que lo que nosotros intercambiamos por dinero en un trabajo es nuestro tiempo, si, pero sobre todo nuestra Energía. Cuando vaceamos demasiada energía en el trabajo, y me refiero a energía mental pero tambien la energía en la forma de emociones, nos descargamos y terminamos el día drenados, sin ganas de hacer nada más. Ahora imaginate si luego de que terminas de trabajar llegas a tu casa a seguir hablando del trabajo o quejándote de lo que pasó en el día. Sigues gastando energía, tu valiosa energía en el trabajo. El trabajo es un medio para vivir, no el fin o el propósito de la vida.
Todo eso me ayudó a darme cuenta de que estaba tomando demasiado personal mi rol en el trabajo y que eso fue exactamente lo que me pasó hace 4 años. Recuerda que nunca es lo que pasa afuera, es siempre lo que pasa adentro tuyo. Como tú reaccionas a las situaciones. Y que todo ese drenaje de energía durante el día y luego durante la noche hablando del mismo tema 100% dependía de mi. Nadie puede robarnos la energía. Nosotros decidimos dársela.
Así que en esta situación hay dos opciones desde mi punto de vista: O empiezo a darle el lugar al trabajo que quiero que tenga en mi vida (un medio para) y pongo límites, o busco de cambiar a otro trabajo que esté más alineado con como quiero sentirme. Pero again, la opción 2 puede llevarme al mismo estado porque al final, todo depende de como yo maneje la situación.
Todos somos energía. Es tu más valuable currency. Busca entregar tu energía a actividades que te llenen, que te repongan, que te hagan sentir mejor. Yo he encontrado que entrenar con mi nueva Coach Isaq está siendo increíble para mi Chi (significa energía para los que no vieron Dragon Ball lol). Siempre vas a tener que entregar energía en el trabajo, pero mídela, ponle límites, y no pierdas de vista que tu vida es mucho más que eso.
Un abrazo enorme para ti!
Eileen
Hoy tu reflexión me llegó al alma!, así justamente me siento hoy en día. Siento que no es el trabajo, que soy yo el comunicado denominador en esto de sentirme tan saturada y presionada por entregar lo mejor de mi en mi vida laboral, tanto que el cuerpo empieza a somatizar lo que siente y muy a mis 32 me empieza a doler todo! Voy a trabajar esta semana en separar, pero de verdad, mentalmente lo que puedo y lo que no, claro que seguiré dando lo mejor de mi pero respetando los límites de mi capacidad tanto mental como física y tratando de no sentirme tan culpable.